PROTOCOLO Y ETIQUETA

Reglas de cortesía: el saludo y sus modalidades

El saludo, en cualquiera de sus modalidades (estrechar la mano, dar un beso, dar un abrazo, etcétera) es una forma de mostrar cortesía y buena educación al resto de personas con las que tratamos.
Cuando conocemos a otras personas, hay que mostrar de forma verbal y física, nuestras buenas intenciones, nuestra disposición a tener una conversación, un trato personal (por motivos laborales, sociales...) en definitiva a expresar un acercamiento de forma educada, correcta y respetuosa.
Por estas razones el saludo, y la forma de hacerlo, es de vital importancia para nuestras relaciones sociales, personales, laborales...  Hacer un saludo demasiado afectuoso con una persona a la que no conocemos puede causar un cierto "rechazo" o aversión por parte de la persona saludada. Por esta razón es necesario conocer cómo saludar, cuándo y de qué manera, para evitar, como ocurre con los regalos, que la finalidad del mismo se vuelva en nuestra contra o al menos no surja el efecto que se deseaba. El saludo tiene que ser una bienvenida, una puerta abierta.

El saludo una forma de establecer 'conexiones'

Los saludos son la manera con la que las personas expresan, de forma verbal y física, su disposición a entablar una "cierta relación" con el interlocutor. Es un gesto de cortesía y de buena educación, así como un signo de "no enemistad", en un principio. Se puede saludar por cortesía, aunque la persona no sea de nuestro agrado. No obstante, hay una expresión que se utilizaba, más que se utiliza ahora, que da una idea de la importancia de este gesto: "Retirar el saludo". Cuando la enemistad con una persona era manifiesta, se solía utilizar esta expresión como simbolismo para indicar que con esa persona no se quería relación de ningún tipo. Ni tan siquiera el saludo.
Las formas de saludar son tan diversas como las culturas.
Hay saludos afectuosos, ceremoniosos e incluso sorprendentes (al menos para las culturas occidentales). Hay saludos con y sin contacto físico. Hay saludos de todo tipo. Pero todos estos saludos tienen su propia interpretación y dicen mucho de quien los hace y de cómo los hace.
Los saludos hablan por sí mismos.
 Un apretón de manos de una u otra manera, una mirada, un gesto... nos pueden ofrecer muchas pistas sobre cómo es la otra persona e incluso nos puede llegar a hacer intuir las intenciones o pretensiones que puede tener.

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